Tierra de barros

Escrito por el 8 noviembre, 2011 § 0 comments

A la vez el material de los utensilios más primitivos y un sofisticado medio artístico, la cerámica vive ahora un momento dulce. Y salir en su búsqueda no es una actividad de fin de semana exclusiva para parejas del mismo sexo de la costa este americana. Aquí, cerca de Madrid, proponemos dos excursiones para comprar ese plato donde servir ese pan artesanal que Dan Lepard asegura podemos hacer nosotros mismos.

En una cuesta conquense se encuentra la tienda del ceramista Fernando Alcalde. Sus finas piezas en porcelana toman sus texturas de las frutas, los colores son japoneses. En realidad todo rebosa wabi-sabi. O «guarrisabi» , como bromeamos con la vendedora, cuya animada charla nos retiene casi una hora.

En un pueblecito de la adusta sierra Segoviana, en una pintoresca casita adscrita a la iglesia se encuentra el taller de Luis Salaberría. Luis cambió el arte contemporáneo por la inmediatez y sensualidad del barro. Sus piezas (en la foto) son toscas de formas y el violento uso del color hace pensar en los paisajes acuáticos de Monet. Pero su inspiración es en realidad pop: Luis también fue un niño fascinado por esa atracción del Parque de Atracciones de Madrid que se llamaba Pintoyo.

De vuelta, sobre la mesa del salón, las piezas del botín crujen durante horas antes de adaptarse a la temperatura de la casa. Les pongo a Miles Davis y se ponen a crepitar como locas. La cerámica es algo vivo. Y con un impecable gusto musical.

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