A veces nos devanamos los sesos queriendo hacer cosas nuevas y únicas, cuando el truco suele estar en actualizar viejas tradiciones. En el caso referido por este post es el espíritu cooperativo. Hace año y medio, en Londres, el chef Arthut Potts-Dawson lanzó el People’s Supermarket, esto es, el supermercado del pueblo. Concebido sin animo de lucro, lo gestionan sus propios miembros como si de un club se tratara, que como socios reciben puntualmente, por mail, las ofertas de la tienda: productos de temporada al mejor precio posible. Es decir, se compra al por mayor pero buscando calidad.
La puesta al día viene dada también porque el diseño de la marca, que se imprime en bolsas, etiquetas y folletos, corre a cargo de una agencia del vecindario bastante competente, Unreal (la tienda queda en la esquina de su edificio de oficinas). Al ser socia, lo ha hecho lo más barato posible y, como siempre ocurre con los proyectos ilusionantes, el resultado es excepcional.
Es un supermercado abierto a quien quiera –cuantos más sean, mayor será el poder de compra– y toma la idea de otra popular cooperativa, Park Slope, en Brooklyn, si bien a sus hermanos de Londres les ha salido más trendy, y sin llegar a resultar elitista. Exquisito equilibrio.
Me mola este concepto de super de pueblo sin ánimo de lucro. Y por qué no montar uno en España?